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8 trastornos psicológicos en la adolescencia que debes conocer

12 min de lectura

 

 

Trastornos Psicológicos en la adolescencia, Blog CEST

Antes de estudiar la carrera de tus sueños debes analizar su campo de acción y de qué se ocupa. Por ejemplo, si te llama la atención la Psicología, tienes que saber cuáles son los trastornos psicológicos en la adolescencia.

Conocer de qué se tratan este tipo de males, resulta una información esencial. Además, también es un tema muy interesante desde la perspectiva de la cultura general.

Dicho esto, si te parece una buena idea conocer los principales trastornos psicológicos en la adolescencia, ¡presta atención!

A continuación te mencionaremos 8 de estos desórdenes, explicados en investigaciones de psicologíaymente.com y hacerfamilia.com.

1. Depresión mayor

La depresión es uno de los males psicológicos que afectan a las personas, y los adolescentes no escapan de esta realidad.

Este trastorno consiste en los síntomas y presencia de un estado de ánimo patológicamente bajo.

A su vez, existen diferentes tipos de depresión que se presentan en los jóvenes, y también en niños y personas de edad avanzada.

Precisamente, en las siguientes líneas te hablaremos acerca de 6 de ellos.

I. Distimia

Lo primero que debes saber, en relación a esta clase de depresión, es que resulta la menos grave.

Aunque interfiere en el desarrollo y desenvolvimiento de los individuos, no incluye síntomas maníacos agudos.

Una de las características de la distimia es que las personas que la sufren se sienten tristes o, al menos, anímicamente decaídos en la mayor parte del día y la mayoría de los días, durante al menos 2 años.

Incluso, esta afección salud mental puede no causar tristeza, sino falta de motivación y propósito.

Si optas por estudiar Psicología y luego ejerces esta profesión, identificarás a las personas con distimia rápidamente, ya que este trastorno cuenta con síntomas específicos que conocerás durante la carrera.

Pérdida o aumento de apetito, sentimiento de desesperanza y baja autoestima son algunos de ellos.

Otros de los síntomas son la desesperanza, el insomnio o la hipersomnia y la falta de energía.

II. Depresión maníaca

Ahora sí hablamos de un mal muy agudo, ya que se trata de un trastorno bipolar extremo.

¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que los adolescentes que lo sufren atraviesan cambios de ánimo repentinos y profundos.

En otras palabras, los jóvenes pueden pasar de la alegría y la tristeza extrema en cuestión de segundos.

Este tipo de comportamientos son peligrosos, ya que derivan en estados de manía, como sentimientos de euforia descontrolada, falta de sentido común, intolerancia y excesiva participación en actividades de alto riesgo.

Incluso, los adolescentes que padecen depresión maníaca pueden sentir deseos de morir en algunos momentos.

Al tratarse de un mal tan grave, la atención e intervención de profesionales como los psicólogos resulta de gran importancia.

Si estudias esta atractiva carrera universitaria, que te convertirá en un profesional exitoso y valioso para la sociedad, te encargarás de tratar a individuos con este trastorno a través de psicoterapias y acompañamiento continuo.

III. Trastorno depresivo estacional (SAD)

Como su nombre lo refleja, se trata de un trastorno que se presenta en los adolescentes en determinadas temporadas del año.

En el caso de los jóvenes, el SAD puede originarse a raíz de recuerdos reprimidos de una determinada estación, soledad o falta de interacción social.

Por ejemplo, en los países en que el invierno es agudo y las personas afrontan dificultades para salir al aire libre, este mal tiende a aumentar su penetración en los jóvenes durante esta temporada.

En relación a los síntomas del trastorno depresivo estacional, están asociados al sedentarismo. Movimientos lentos, aumento del sueño y disminución de energía son algunos de ellos.

IV. Depresión mayor

Si la depresión maníaca te parecía grave, espera que aprendas más sobre ésta. Sí, es por mucho, más severo.

Y es que la depresión mayor, que suele comenzar durante la adolescencia, puede durar hasta décadas si no se atiende a tiempo, sometiendo a los individuos a constantes episodios de tristeza aguda de mínimo 2 semanas de duración.

En estas etapas en que el trastorno se agudiza, las personas presentan síntomas realmente preocupantes, entre ellos:

  • Pensamientos suicidas.
  • Pérdida de interés en la familia y actividades que antes eran gratificantes.
  • Retrasos psicomotores.
  • Sentimiento de culpabilidad.

En caso de que estos síntomas se presenten por ciclos, es decir, aparezcan y desaparezcan de forma sucesiva, la depresión mayor es de tipo recidivante.

Mientras tanto, cuando es causada por un acontecimiento específico en la vida y sólo se presenta en una ocasión, se le conoce como depresión mayor con episodio único.

V. Depresión psicótica

Este tipo de depresión es distinto a todos los que has conocido hasta ahora, ya que es el único que está acompañado de síntomas psicóticos.

Esta clase de señales se caracterizan por ser alucinaciones o delirios, que alejan a los adolescentes y las personas en general de la realidad y las situaciones de su entorno.

Suele ser peligrosa, ya que quienes la sufren podrían atentar contra su integridad y la de los demás en momentos de alucinación, algunos libros teóricos la valoran como un tercer tipo de depresión mayor, aunque en otros se aborda como una clase específica.

Lo cierto es que luego de que te gradúes, en caso de que estudies Psicología, deberás ofrecer un servicio cercano a los jóvenes con depresión psicótica y sus familiares, quienes deberán permanecer en constante vigilancia.

VI. Depresión posparto

Si bien es una clase de depresión que puede presentarse en mujeres de todas las edades, hay un mayor riesgo cuando se trata de adolescentes.

Esto se debe a que durante esta etapa de la vida los embarazos no suelen ser deseados y, por lo tanto, pueden convertirse en eventos traumáticos cuando no se cuenta con apoyo psicológico y social.

Además del embarazo no planificado, los cambios corporales, la falta de tiempo y libertad y los cambios del ciclo sueño-vigilia son otras de las causas de esta depresión, que puede presentarse apenas pocas horas después del parto.

Para tratar esta clase de trastorno necesitarás mucho apoyo de los familiares de las pacientes y su entorno en general.

Muchas veces, las adolescentes sufren de este mal porque seres allegados las señalan por quedar embarazadas a temprana edad.

2. Fobia social

Una de las características de la mayoría de los adolescentes es que disfrutan conocer nuevas personas y tienen una dinámica vida social.

Sin embargo, lamentablemente no todos los jóvenes tienen facilidades para comunicarse e integrarse a diferentes grupos.

Incluso, algunos adolescentes sienten un gran malestar cuando se encuentran en situaciones en las que deben interactuar con otras personas.

En algunos casos, esto se debe a que padecen de fobia social, uno de los trastornos mentales en la adolescencia que surge a raíz del rechazo o acoso escolar.

Las personas con este mal tienen la autoestima muy baja y, debido a los traumas, crean barreras emocionales y mentales entre el resto de la sociedad y ellos.

Tal es la magnitud de este trastorno que los jóvenes pueden presentar crisis de angustia y taquicardia cuando se ven obligados a comunicarse con los demás.

3. Dependencia de sustancias

¿Sabías que el consumo excesivo de licor y drogas es un trastorno mental? Y es que las personas que lo hacen tienen problemas mentales compulsivos y de falta de autocontrol, que están asociados a la dependencia de sustancias.

El consumo de psicoactivos suele comenzar en la adolescencia y, aunque algunos jóvenes lo abandonan con el pasar del tiempo, otros desarrollan trastornos crónicos por el abuso de estas sustancias.

Uno de los grandes problemas de los adolescentes es que pueden tener dificultades para separar la realidad de las alucinaciones y desarrollan conductas antisociales.

Por esa razón, la atención psicológica resulta fundamental para reestablecer la salud mental en estos individuos, al igual que procesos médicos orientados a la desintoxicación.

4. Ansiedad crónica

La ansiedad es uno de los trastornos psicológicos en la adolescencia más comunes.

Cuando es crónica, esta sensación lleva a los jóvenes a desarrollar señales que evidencian problemas de salud mental, como falta de seguridad personal y, especialmente, una gran necesidad de recibir aprobación por parte de los demás.

Además, la ansiedad hace que las personas desarrollen temores, fobias e, incluso, manías poco saludables.

Desde el punto de vista psicológico, el grado más elevado de este trastorno se presenta cuando quienes lo padecen enfrentan crisis de forma brusca, que generan sensación de ahogo, molestias cardíacas y temblores.

5. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Este trastorno suele diagnosticarse durante la infancia, y en buena parte de los casos los síntomas permanecen hasta la adolescencia.

Además de evitar que los niños y jóvenes tengan un rendimiento adecuado en sus actividades académicas, este mal aumenta las probabilidades de desarrollar adicciones.

Además, el TDAH puede llevar a los adolescentes a sufrir otros trastornos de mayor agudeza, como depresión y ansiedad crónica.

Por otro lado, este trastorno está asociado a la impulsividad y la agitación psicofisiológica.

Como ves, se trata de un mal que, lamentablemente, se presenta a temprana edad.

Por ese motivo, si quieres combatirlo resulta una buena idea que estudies Psicología y, luego, te especialices en atención infantil y juvenil.

Sin duda, dedicarte a un área como ésta te convertirá en un motivo de orgullo para tu familia y en un profesional apreciado por su entorno.

Luchar por encontrar tratamientos efectivos para el TDAH es contribuir con la salud mental de las nuevas generaciones y, en consecuencia, las personas que llevarán las riendas de nuestro país y el mundo en el futuro cercano.

6. Trastornos de alimentación

Si bien pueden aparecer en cualquier momento de la vida, los trastornos de alimentación son problemas mayormente asociados a la juventud.

Esto se debe a que en etapas como la adolescencia la aprobación social y el despertar interés físico en otras personas son algunas de las prioridades.

Además, algunos adolescentes tienen baja confianza en sí mismos y no pueden controlar la ansiedad.

Este “cóctel” es una mezcla que puede originar diferentes trastornos de alimentación, entre ellos los 6 que explicaremos en las próximas líneas.

I. Vigorexia

Como todos los trastornos de este tipo, supone un desajuste de la conducta alimentaria.

Además, tiene la particularidad de que implica dismorfia muscular, que en el mundo de la psicología es conocida como síndrome de Adonis o anorexia inversa.

Y es que los adolescentes y las personas que la padecen tienen una obsesión por lucir físicos fuertes y grandes músculos, lo que los lleva a abusar de sustancias dañinas o a tener regímenes de alimentación extremistas.

El dilema que enfrentan los jóvenes con este mal es que, aunque aumenten su musculatura, no dejan de verse débiles y delgados.  

Se trata de un círculo psicológico dañino y vicioso, que debe ser atendido y solucionado por los expertos.

II. Anorexia nerviosa

Éste es uno de los trastornos de alimentación más tratados y estudiados por los especialistas en Psicología.

La anorexia nerviosa es la pérdida abrupta y significativa de peso corporal, que está acompañada de problemas de salud, especialmente de desnutrición.

A su vez, esta pérdida desproporcionada de peso está asociada a una conducta patológica dañina, que lleva a los jóvenes a realizar un control minucioso de su ingesta de alimentos por el temor de aumentar de talla.

Al igual que la vigorexia, supone una distorsión de la imagen corporal real asociada a la baja autoestima.

Las personas anoréxicas consideran que tienen sobre peso, aunque en realidad luzcan muy delgadas.

Otro aspecto importante, en relación a la anorexia, es que también puede ser sufrida por varones.

Aunque se trata de un trastorno predominante en las mujeres, el sexo masculino no se libra de él.

III. Bulimia nerviosa

La bulimia nerviosa tiene mucho parecido con la anorexia nerviosa: suele aparecer en la adolescencia, es más común en mujeres y está relacionada con la baja autoestima y la distorsión de la imagen corporal propia.

Sin embargo, tiene una gran singularidad: quienes la padecen no intentan disminuir su ingesta de alimentos y, en cambio, sufren pequeñas crisis en la que abusan de la comida, principalmente dulces o recetas elevadas en grasa.

Lo más grave de este trastorno es que, luego de estos atracones de comida, los jóvenes realizan rituales de purga para evitar ganar peso, como provocarse el vómito, por ejemplo.

Otro aspecto curioso de la bulimia es que quienes la sufren están conscientes de que su conducta alimentaria es patológica y errada, pero aun así no logran mejorarla.

Por esa razón, los psicólogos deben lograr que estos pacientes recuperen la confianza en sí mismos y, además, desarrollen el dominio propio.

Se trata de una tarea muy complicada, ¿cierto? ¡Tranquilo! Al estudiar Psicología adquirirás los conocimientos científicos, teóricos, prácticos y metodológicos necesarios para lograrlo.

IV. Pregorexia

El embarazo en la adolescencia no sólo puede originar cuadros depresivos y de estrés.

Incluso, puede ser el punto de partida del desarrollo de trastornos alimenticios agudos, como es el caso de la pregorexia.

Claro, con esto no queremos decir que exista algún factor patológico negativo en el embarazo.

Lo que sucede es que, a veces, cuando surge de forma imprevista y a una edad que no es acorde a los patrones culturales y morales ortodoxos, la salud mental de las mujeres se ve afectada.

En el caso de la pregorexia, nace ante la preocupación de la embarazada de aumentar de peso y perder su atractivo físico, lo que demuestra que es una persona que puede padecer inestabilidad emocional y baja autoestima.

Ante este temor, la embarazada ingresa en un cuadro parecido al de la anorexia, en el que reduce al máximo la ingesta de alimentos, lo que pone en riesgo su salud y la del bebé que viene en camino.

V. Manorexia

Se trata de uno de los trastornos psicológicos de la adolescencia que es específico del sexo masculino.

La manorexia es un desorden alimenticio que está acompañado de condiciones mentales muy específicas, entre ellas falta de confianza personal.

Los jóvenes que la padecen se ven forzados, a partir de sus dilemas mentales, a bajar la ingesta de alimentos y a ejercitarse de manera excesiva, no con el fin de ganar músculo, sino de perder peso y conseguir un cuerpo tonificado.

Especialistas en psicología y otras áreas han identificado que este trastorno predomina en jóvenes que se desenvuelven en el mundo de la moda y del deporte.

VI. Drunkorexia

Éste es otro de los trastornos alimenticios que predomina en los adolescentes y, también, los adultos jóvenes.

La drunkorexia, que también se conoce como ebriorexia, consiste en la reducción extrema de la ingesta de alimentos para contrarrestar los efectos calóricos del alcohol.

Esto hace que este mal resulte realmente complejo, ya que engloba dependencia de sustancias, inconformidad con la imagen física e incapacidad de control.

Desde el punto de vista psicológico, al igual que del físico, las personas que padecen la drunkorexia tienen serios problemas y, en consecuencia, necesitan atención inmediata de diversos especialistas, entre ellos los psicólogos.

7. Trastorno por estrés postraumático

Éste es otro trastorno mental que predomina en las personas jóvenes, ya que éstas tienen menos herramientas e inteligencia emocional para enfrentar el estrés que surge a raíz de un determinado trauma.

Generalmente, los síntomas generados por algún evento traumático duran más de un mes, y estos pueden ser realmente graves, como pensamientos de suicido y aislamiento.

Además, el trastorno por estrés postraumático puede provocar falta de apetito e irritabilidad.

A su vez, este trastorno de estrés puede transformarse en problemas de depresión e, incluso, de la conducta alimenticia.

Siempre ten presente que un mal psicológico puede desencadenar otros de mayor o menor gravedad y, por eso, es importante atenderlos a tiempo.

8. Trastorno disocial

Este trastorno también suele presentarse en la juventud y es muy preocupante, ya que puede ser el inicio del trastorno antisocial de la personalidad que caracteriza a los delincuentes.

Los adolescentes con este mal de salud mental tienen problemas de conducta agudos y se caracterizan por ser agresivos, tanto desde el punto de vista físico como del verbal.

Robo, destrucción de propiedad privada y violaciones graves de normas de padres o ciudadanas son otros actos que pueden cometer los jóvenes con trastorno disocial.

En cuanto al origen de este mal, es muy variante. Abandono de los padres, rechazo social y acoso escolar pueden ser algunos de ellos.

Por otro lado, la percepción del “yo” interno de un adolescente suele ser extremista. En ocasiones son narcisistas y en otras tienen una autovaloración muy negativa.

¡Y listo! Ya conoces algunos de los principales trastornos psicológicos en la adolescencia.

Sin duda, es una información que tenías que saber si te llama la atención la apasionante licenciatura en Psicología.

Un aspirante a psicólogo debe comprender estos trastornos, así como, por ejemplo, el estudiante de la carrera de Derecho tiene que conocer la constitución y las atribuciones legales del Senado de la República.

Además de investigar sobre aspectos tan interesantes como estos, debes preocuparte por elegir una universidad de calidad para continuar tu formación.

Lo ideal es que luego de terminar la preparatoria ingreses a una institución respetable, que cuente con una importante trayectoria formando profesionales en la república mexicana.

Una de las características de las universidades comprometidas con el desarrollo profesional es que poseen programas educativos avalados por el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE), emitido por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Gracias a este certificado tu título será ampliamente reconocido por las autoridades, los colegios profesionales y, por supuesto, el mercado laboral.

Hablando del aspecto laboral, si quieres acelerar tu crecimiento profesional y comenzar a generar ingresos, es importante que conozcas los mejores trabajos para jóvenes mientras estudian.

Al combinar la capacitación con el trabajo te podrás independizar y conocerás como funcionan organizaciones de diferentes tipos, lo que significa un gran paso, pues te ayudará a la hora de ejercer la carrera que escojas. 

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Escrito por Perla Monroy

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