No aprobé mi examen de admisión: ¿ahora qué?

Aprobar el examen de admisión para una universidad es el reto al que miles de jóvenes como tú se enfrentan cada año. Desafortunadamente la demanda para ingresar a universidades públicas es cada día mayor y los lugares se reducen sólo a unos cuantos.

Esta también puede ser una oportunidad para re evaluar si la carrera que elegiste es la indicada para ti, tal vez quieras confirmarlo con el siguiente quiz:

¿Estás en esta situación y no sabes qué es lo que sigue?

A continuación te daremos algunos consejos.

1. Identifica otras convocatorias abiertas

Afortunadamente, hoy en día contamos con muchas opciones de universidades. Por ello, te sugiero que identifiques otras casas de estudios en las que ofrezcan la licenciatura de tu preferencia y veas si aún estás a tiempo de aplicar a ellas.

Muchos centros de estudios superiores ofrecen varias fechas para realizar exámenes de admisión, por lo que no todo está perdido. Prepárate adecuadamente y ve por tu sueño.

2. Evalúa tus opciones

Sabemos a la perfección que el factor económico es prácticamente decisivo a la hora de comparar una universidad pública con una privada.

La buena noticia es que prácticamente todas las universidades privadas te pueden ofrecer distintas opciones para ayudarle a tu bolsillo. Te platicaré un poco más de éstas:

I. Beca a fondo perdido

Algunas universidades tienen convenios con el gobierno o programas propios para otorgarte un subsidio económico. De esta manera se te exonera del pago de ese porcentaje de tu colegiatura.

Este tipo de apoyo no genera intereses, ni se espera un retorno sobre lo que te ofrezcan. Cada institución tiene sus reglas para obtener y mantener esta ayuda a lo largo de tus estudios. Por ejemplo, para adquirirla es indispensable demostrar la necesidad y, para conservarla, debes tener un promedio alto de calificaciones (de 8.5).

II. Beca basada en actividades deportivas, culturales o laborales

En este caso, la universidad te puede dar un porcentaje de colegiatura como “pago” por cierta actividad.

Es hora de demostrar tus habilidades: si tienes buena voz puedes unirte al coro de tu escuela, o si eres bueno en algún deporte como el fútbol o el baloncesto, podrás unirte al equipo correspondiente.

También existe la posibilidad de que optes por realizar algún trabajo como asistente de algún profesor.

En estos casos, el compromiso es la clave, ya que debes cumplir los horarios y metas que la actividad te demande para mantener este tipo de beneficio.

III. Financiamiento educativo

Recuerda que no hay mejor inversión que estudiar. El financiamiento educativo es un tipo de crédito que otorgan las instituciones educativas o los bancos, y que generalmente mantienen una tasa de interés fija.

Con este financiamiento podrías cubrir hasta el 100% de tus estudios y, dependiendo de la institución, podrás liquidarlo en un plazo de 3 a 10 años.

3. Busca otras alternativas

Recuerda que siempre existirá la posibilidad de aplicar nuevamente a esa misma universidad. Mientras ese momento llega, lo importante es seguirse preparando. Puedes buscar cursos centrados en el examen de admisión, estudiar un idioma extra o iniciar tu vida laboral.

Recuerda que no aprobar el examen de admisión es la realidad de muchos jóvenes que, como tú, quieren continuar su educación. Te recomiendo que no te decepciones: la actitud es vital para que alcances las metas que te propongas. Para más consejos suscríbete a nuestro newsletter.

Te invitamos a que descargues y leas el siguiente material para que nada te desmotive y sigas adelante con tus objetivos profesionales y académicos: