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Juicios orales: 3 cosas que debes saber

10 min de lectura

Datos sobre los juicios orales, Blog CEST

Los juicios orales son un aspecto clave del sistema penal acusatorio adversarial, el modelo de administración de justicia más reciente implantado en México, que se caracteriza por la flexibilidad y por apuntar a la transparencia.

Si bien el sistema acusatorio adversarial tiene como novedad que incluye mecanismos para la resolución de conflictos jurídicos sin llegar a los juzgados, lo cierto es que los juicios orales siguen siendo la instancia más importante y definitiva en el proceso penal.

Dicho esto, en las siguientes líneas te explicaremos 3 cosas sobre estos procesos: qué son los juicios orales, cómo funcionan y qué se necesita para desempeñarse en estos.

Si te parece un tema interesante, ¡acompáñanos hasta el final de este texto!

1. ¿Qué son los juicios orales?

Básicamente son audiencias que se llevan a cabo para establecer, de manera definitiva, la culpabilidad o inocencia de un imputado, es decir, una persona que haya sido acusada de cometer un delito.

El proceso es liderado por un tribunal de enjuiciamiento, quien debe guardar imparcialidad durante el desarrollo del mismo y permitir la argumentación de todas las partes involucradas.

Es importante destacar que estos juicios sólo se llevan a cabo si, en etapas previas, el Ministerio Público y las autoridades determinaron que hay evidencias suficientes para considerar que se cometió determinado delito.

Las leyes mexicanas establecen que en el desarrollo de los juicios orales no pueden estar en el juzgado ninguno de los fiscales y autoridades que anteriormente hayan recabado pruebas y acusado a una persona.

2. ¿Cómo funcionan?

Desde el 18 de junio de 2019, en México rige el sistema penal acusatorio, por lo que el desenvolvimiento de los juicios orales ha cambiado ligeramente.

Existen diferentes aspectos y factores que determinan la dinámica y el desarrollo de estos procesos en la actualidad. Si quieres saber cuáles son, ¡adelante!

Involucrados

Lógicamente, para comprender cómo funcionan los juicios orales necesitas saber quiénes se involucran en estos.

¡Veamos!

Asesor jurídico

Se trata de quien orienta a la presunta víctima. Puede ser un abogado particular, o uno proporcionado de manera gratuita por el Estado.

Defensor

Es la otra cara de la moneda, es decir, aquel profesional que acompaña legalmente al imputado o acusado. También puede ser contratado o proporcionado por el Estado.

La misión del defensor, público o privado, es regular la capacidad punitiva del Estado, por lo cual no se considera poco ético defender a un acusado que, de acuerdo a los indicios recolectados, podría ser declarado culpable.

Entre otras cosas, los abogados pueden ayudar a que aquellos que sean determinados culpables sean recluidos en espacios y condiciones que respeten sus derechos humanos y que asuman condenas que se correspondan con los delitos que cometieron.

Tribunal de Enjuiciamiento

Dependiendo de la entidad federativa, puede estar conformado por 1 o 3 jueces, quienes tienen la responsabilidad de emitir y explicar las sentencias.

Tales jueces también dirigen y regulan el juicio oral para que se desarrolle de manera organizada y no pierda el sentido jurídico.

Víctima

Es la persona que sufre el delito y que, por lo tanto, tiene derecho a que las autoridades cuiden su integridad física y hagan prevalecer la justicia.

Imputado

Es la persona sobre la cual se ha recolectado un conjunto de evidencias e información que hace suponer que participó en un determinado delito o lo cometió.

El Tribunal de Enjuiciamiento, haciendo valer la presunción de inocencia, se encarga de determinar en una sesión en vivo si, efectivamente, las pruebas son lo suficientemente exactas. Para ello toma en cuenta los testimonios y el desenvolvimiento de las partes involucradas.

Ministerio Público

Es quien se encarga, en nombre del Estado, de ejercer la acción penal; es decir, acusa y presenta pruebas contra el inculpado.

Policía investigadora

En algunos casos y juicios orales, puede ser solicitada como testigo.

Público

Aquí se encuentran peritos y otros expertos, así como testigos y cualquier otra persona que desee asistir a la audiencia.

Pues sí, las puertas de las salas de los juicios orales están abiertas a cualquier ciudadano, siempre y cuando éste se comprometa a no utilizar dispositivos de comunicación, grabación o filmación.

En el caso de la prensa, el Tribunal de Enjuiciamiento es el encargado de determinar si ésta puede estar presente o no, así como sus aparatos electrónicos y equipos de trabajo.

Etapas previas

Es importante recordar que los juicios orales, como ya hemos mencionado, son el cierre de un proceso jurídico y acusatorio.

Por ese motivo, para comprender su dinámica y funcionamiento es relevante que analicemos las dos etapas previas a ellos, que son:

Investigación

En ésta, el Ministerio Público y los cuerpos policiales determinan la posible existencia de un delito tipificado en el Código Penal Federal.

También, estas autoridades se enfocan en hallar a la persona acusada de cometer el delito.

Dependiendo de la dinámica del caso, esta persona puede ser detenida de forma preventiva o simplemente notificada.

También, las autoridades pueden aplicarle restricciones de salida del país o de la ciudad, así como de acercamiento a la posible víctima.

Esto sucede cuando el Ministerio Público cuenta con pruebas sólidas de que esa persona cometió el delito y, por ende, la acuse formalmente ante el juez de distrito.

También, el Ministerio Público puede determinar que no hay los elementos suficientes para acusar a una persona y, por lo tanto, desistir del caso.

Intermedia

Esta segunda y penúltima etapa que precede a los juicios orales tiene como finalidad reunir las pruebas contra el imputado.

También se ocupa de hallar testigos que puedan ayudar a esclarecer el caso y determinar la culpabilidad de la persona.

Por supuesto, todos estos procesos se llevan a cabo por parte del Ministerio Público, aunque las pruebas son analizadas por un juez de control.

En esta etapa del proceso jurídico, el Ministerio Público puede llegar a acuerdos con la defensa del acusado, siempre y cuando el delito no sea de gravedad y se cumplan con ciertos requisitos establecidos en la legislación.

Estas salidas alternas buscan hacer más corto el proceso y, a la vez, resarcir a la víctima de los daños.

Por ejemplo, si el acusado causó algún daño físico o psicológico a la víctima, puede acordar asumir los costos de sus tratamientos médicos y psicológicos.

Cuando no se llega a un acuerdo en este punto, el siguiente paso son los juicios orales.

Principios

Para cerrar esta sección, no podemos dejar de explicar los principios que obligatoriamente tienen que contemplar los juicios orales para ser justos, transparentes y efectivos. Hablamos de:

Principio de publicidad

Hace referencia a la obligación de que las audiencias sean públicas, salvo ciertas excepciones, como:

  • Casos que involucren víctimas menores de edad
  • Secretos oficiales o de Estado en peligro
  • Amenazas contra la seguridad del tribunal
  • Amenazas contra la integridad de una de las partes involucradas

Cuando se presentan estas excepciones, se crean mecanismos alternativos, como informes y resúmenes, para que la sociedad conozca el proceder de los jueces, defensores, asesores y del Ministerio Público.

Principio de contradicción

Es aquel que permite controvertir cualquier prueba durante el proceso, y que a la vez promueve el debate de los hechos y las circunstancias.

Principio de igualdad

No es más que la equidad en el trato de las partes involucradas en un determinado juicio.

Las discriminaciones arbitrarias y las preferencias van en contra del debido proceder de las autoridades y los juzgados.

Principio de inmediación

Nos dice que el juzgador debe tener conocimiento personal de las pruebas, evidencias y otros materiales y elementos, y a la vez debe tiene que escuchar directamente los argumentos de las partes involucradas.

3. ¿Qué se necesita para desempeñarse en los juicios orales?

Lógicamente, para desempeñarse en los juicios orales nada mejor que estudiar la carrera de Derecho.

Gracias a la formación que te brindará esta licenciatura tendrás los conocimientos necesarios para desempeñarte como juez, fiscal del ministerio público y defensor o asesor tanto del acusado como de la víctima.

Sin embargo, más allá del estudio de esta carrera, un buen abogado tiene que contar con determinadas características y habilidades para desempeñarse en este tipo de juicios, entre éstas:

Argumentación jurídica

Se trata de una cualidad que no puede faltar en un experto del mundo de las leyes, especialmente si se desenvuelve en juicios orales.

Como su nombre lo refleja, esta habilidad consiste en aplicar la lógica y los criterios jurídicos para sustentar ideas, afirmaciones, acusaciones y demás.

También, la argumentación jurídica conlleva ordenar, jerarquizar y clasificar información para luego transmitir mensajes de manera asertiva.

Inteligencia emocional

No es un secreto que la carrera de Derecho, especialmente durante los juicios orales, plantea momentos complejos, desafiantes e incluso conflictivos.

Como futuro profesional, no puedes permitir que estas circunstancias alteren tu rigor ni tu enfoque; mucho menos que te desestabilicen desde el punto de vista emocional.

Al contrario, es importante que tengas la capacidad de manejar tus emociones y sentimientos, de autocontrolarte, para siempre mantener un punto de vista crítico y analítico de los acontecimientos, las pruebas y otros elementos de interés jurídico.

Buena oratoria

Básicamente, la oratoria es el arte de convencer, motivar y persuadir a través de la palabra.

También hace referencia a la capacidad de un individuo de comunicarse verbalmente de manera adecuada, lo que involucra buena dicción, proyección de la voz, claridad en ideas y muchas otras cualidades comunicativas.

Habilidades sociales

Estas habilidades son muy valiosas a la hora de abordar a las personas, especialmente cuando se quiere establecer conexiones con ellas o lograr que éstas transmitan un determinado mensaje, confiesen algo o, simplemente, se abran y sean ellas mismas.

Por ejemplo, ser socialmente hábil te ayudará a abordar de manera adecuada entrevistas y te permitirá relacionarte de manera efectiva y asertiva con aquellas personas que asesores y representes legalmente.

Flexibilidad

Siempre que un experto en Derecho se prepara para actuar en un juicio oral, independientemente de si es juez, fiscal, defensor o representante, elabora un plan y vislumbra determinadas situaciones, preguntas o temas de debate.

Sin embargo, la realidad es que muchas veces estos juicios no se desarrollan tal cual se espera, pues alguno de los involucrados puede tener un “as” bajo la manga que plantea nuevas hipótesis o controversias.

Por ese motivo, es necesario que los abogados sean flexibles y tengan capacidad de improvisación. Incluso, la espontaneidad es una cualidad valiosa para estos casos.

También es importante que el abogado sea proactivo durante los juicios, intentando tomar la iniciativa y previniendo posibles problemas o adversidades.

Escucha activa y observación

No es necesario que los expertos en leyes sean los que más hablan y exponen para tener éxito en los juicios orales.

Es posible que un abogado se salga con la suya con apenas una afirmación, argumentación o prueba concreta que tenga más peso que lo expuesto por cualquiera de los otros especialistas que intervinieron.

En cambio, sí es clave que los abogados tengan una gran capacidad de observación y practiquen la escucha activa, evalúen tanto el comportamiento como lo dicho por cada una de las personas involucradas en el juicio.

¡Perfecto! Si leíste hasta aquí, ya sabes las 3 cosas más importantes acerca de los juicios orales en México.

¿Qué te pareció esta información? ¿Te gustaría intervenir en este tipo de procesos penales?

No olvides que para hacerlo debes estudiar la carrera de Derecho y desarrollar las cualidades que mencionamos líneas atrás.

Eso sí, para que seas un abogado debidamente reconocido por las autoridades del país, es importante que te capacites a través de un plan de estudios oficial avalado por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Por suerte, en la actualidad encontrarás planes académicos con estas características en formatos y métodos académicos flexibles y dinámicos, por lo cual el trabajo y otras ocupaciones no son impedimentos para que te puedas convertir en un gran abogado.

Entre los métodos más efectivos y convenientes, cuando se trata de flexibilidad, se encuentran las carreras en línea, pues podrás acceder a las clases desde diferentes lugares y dispositivos.

También representa una muy buena alternativa estudiar una Licenciatura Ejecutiva en Derecho, ya que únicamente tendrás que asistir a la universidad los fines de semana.

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Escrito por Aliat

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