¡Suscríbete a nuestro blog!

5 enfermedades psicológicas que ya sabemos cómo tratar

10 min de lectura

 

 

Enfermedades psicológicas y su tratamiento, Blog CEST

A partir del nacimiento de la psicología científica, en 1879, los avances en materia de salud mental no se han detenido. Entre otras cosas, las investigaciones y estudios de esta área nos han permitido saber cómo tratar diferentes enfermedades psicológicas.

En estos años, grandes psicólogos han hechos aportes invaluables para enfrentar estos padecimientos y mejorar la calidad de vida de los pacientes y su entorno en general.

Dicho esto, a continuación hablaremos sobre 5 de esas enfermedades psicológicas que este campo profesional ha logrado esclarecer y explicar cómo tratar, tomando como referencia información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y Mayo Clinic.

1. Depresión

Éste es uno de los trastornos psicológicos que se presentan en la adolescencia y la adultez sin distinguir género, raza ni ninguna otra característica.

La depresión conlleva un estado de ánimo bajo, que puede ocasionarle a las personas pensamientos de muerte, apatía y otros grandes problemas.

Aunque existen diferentes formas de tratar la depresión, dependiendo de las características de la enfermedad, el método terapéutico es el más utilizado.

Consiste en sesiones en las que profesionales del mundo psicológico entrevistan a los pacientes e intentan tocar sus fibras humanas para que logren, en primer lugar, superar aquellas situaciones o hechos que los hicieron entrar en depresión.

En los casos más agudos se puede apelar a la internación en recintos clínicos psiquiátricos, específicamente cuando se considera que la persona puede atentar contra su propia vida o representa un peligro para su entorno.

Tanto en los casos más peligrosos como en los demás, los profesionales pueden indicar determinados medicamentos para mitigar los efectos de esta enfermedad de salud mental.

Por otro lado, la atención de estos pacientes depende de la clase de depresión que padezcan. Algunas de ellas son:

Depresión maníaca

Es un tipo de depresión de alto riesgo, en el que las personas desarrollan un trastorno bipolar extremo, es decir, cambios de ánimo agudos y repetitivos.

Esta dinámica bipolar deriva en manías como euforia descontrolada, intolerancia y, en general, conductas que demuestran escaso o nulo sentido común.

Depresión mayor

Se considera el grado más avanzado de depresión, que enmarca síntomas como los pensamientos suicidas, retrasos motores y pérdida de interés por la vida en general y las diferentes actividades de un ser humano.

En esta clase de depresión, como en muchas otras, el individuo desarrolla bipolaridad, por lo cual en algunas etapas puede estar medianamente equilibrado, mientras que en otras su vida corre riesgo.

Distimia

Es la clase de depresión menos severa, pero una de las más comunes.

Aunque no incluye problemas maníacos, afecta el bienestar de las personas, pues éstas se ven atrapadas en un ciclo de desmotivación, tristeza y susceptibilidad.

2. Trastorno del neurodesarrollo

Según algunas corrientes teóricas estos trastornos son enfermedades, mientras que otros sólo las catalogan como condiciones o padecimientos.

Lo cierto es que vale la pena mencionarlos cuando se trata de los aportes que ha realizado el campo académico y profesional psicológico en las últimas décadas.

Estos trastornos se evidencian en la infancia o niñez o, en menor grado, en la temprana adolescencia o juventud, por lo cual una rápida identificación y atención ayuda a insertarse socialmente y a disfrutar de calidad de vida a quienes lo padecen.

Los trastornos del neurodesarrollo son uno de los principales objetivos de estudio de la carrera de Psicología, debido a su amplitud e interés para la sociedad. Entre los más comunes se encuentran:

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

Este trastorno del neurodesarrollo, al igual que los otros, tiene su origen en la presencia de alteraciones o lesiones en la maduración del cerebro o, simplemente, un desarrollo no neurotípico.

Es por ello que se le considera un problema psicológico que concretamente conlleva dificultad para mantener la atención y, por lo tanto, para finalizar tareas, aprender nuevos conceptos y recordar objetos y actividades.

Trastornos del espectro autista

Estos trastornos pueden ser casi imperceptibles y, en otros casos, agudos.

En líneas generales, los niños con trastornos del espectro autista presentan dificultades para comunicarse e interactuar de forma interpersonal. Sus patrones de comportamiento e intereses suelen ser repetitivos y restrictivos.

A la vez, tienden a destacar en aquellas áreas o temáticas que les interesan y son muy eficientes al realizar actividades repetitivas y sistemáticas.

Trastorno específico del aprendizaje

Es aquel en el que el niño o joven experimenta dificultades para adquirir y aplicar habilidades académicas esenciales, como la escritura, la lectura y los cálculos matemáticos.

A su vez, dentro de este grupo existen diferentes tipos de condiciones, como la dislexia, la disgrafía y la discalculia.

En algunas teorías, el TDAH también es considerado un trastorno específico de aprendizaje.

Para atender a los niños y adolescentes con trastornos del neurodesarrollo, en primer lugar se deben aplicar pruebas psicológicas y evaluaciones básicas para determinar, de forma precisa, cuál condición presentan.

Muchos de estos trastornos no desaparecen, por lo cual el especialista se enfoca en ayudar a las personas a aceptarse a sí mismas y comprender que estas condiciones no les impiden realizar actividades de la vida diaria.

También, ayudan a desarrollar y practicar las habilidades sociales y de aprendizaje hasta el punto que sea posible, sin agobiar ni presionar a los jóvenes y niños.

3. Trastornos de ansiedad

Si nos preguntamos qué son las enfermedades mentales, podemos definirlas como alteraciones psicológicas que afectan pensamientos, sentimientos, comportamientos y emociones, y un ejemplo de ello son los trastornos de ansiedad.

Para entenderlos mejor, veamos sus principales tipos:

Trastorno de ansiedad generalizada

Se le llama generalizada porque quienes la padecen tienen ansiedad la gran mayoría del tiempo, a raíz de actividades comunes como entrevistas de trabajo, hablar en público e, incluso, participar en un evento deportivo o social.

Este sentimiento constante de preocupación y temor puede generar comportamientos irracionales y, en general, dificulta el funcionamiento normal de la vida diaria.

Es por ello que muchas de las pruebas psicológicas más efectivas que se aplican en los departamentos de recursos humanos están orientadas a identificar si los postulados padecen de este trastorno, puesto que de ser así es mejor que reciban atención psicológica antes de iniciar un nuevo reto laboral.

Trastorno de pánico

Este trastorno ha sido otro de los principales objetivos de estudio y tratamiento de diferentes corrientes de la psicología y especialistas.

A diferencia del trastorno anterior, éste no es constante, sino que se presenta en situaciones específicas de una forma aguda y peligrosa.

Los ataques de pánicos inesperados producen cambios significativos en el comportamiento, dolores en diferentes partes del cuerpo y agotamiento.

Incluso, un ataque de pánico de gran intensidad puede demandar la hospitalización del individuo.

Trastorno obsesivo compulsivo

Se trata de un tipo de trastorno de ansiedad que puede originar un mayor estrés en los individuos e, incluso, depresión, ya que es una fuente de incomodidad permanente y preocupaciones constantes.

El trastorno obsesivo-compulsivo causa, por ejemplo, que una persona sea maníaca con la limpieza, constantemente piense que está en peligro y realice ciertos sacrificios innecesarios.

4. Trastornos de personalidad

Entre las enfermedades psicológicas más agudas se encuentran los trastornos de la personalidad.

Esta clase de trastornos se separan en 3 grandes grupos:

Grupo A

En este grupo se encuentran enfermedades psicológicas que derivan en personalidades extrañas y excéntricas o excesivamente introvertidas.

Una de las más comunes es el trastorno esquizoide, que lleva a los individuos a aislarse y evitar actividades sociales. Otros claros ejemplos, con consecuencias similares, son el trastorno esquizotípico y el trastorno paranoide.

Grupo B

Aquí se ubica el peligroso trastorno antisocial, que requiere de tratamiento y atención urgente de parte de los especialistas en Psicología.

Y es que los individuos que lo padecen no toman en cuenta las normas y obligaciones sociales y no experimentan sentimientos de culpa, por lo cual tienden a ser agresivos, actuar de manera impulsiva y afectar a los demás.

Curiosamente, algunas personas con trastorno antisocial no tienen problemas para relacionarse e, incluso, son hábiles a la hora de someterse a test psicológicos y pruebas, escondiendo su verdadero perfil mental.

A los pacientes con esta característica se les conoce como “psicópata con encanto”, algo muy común en los trastornos del grupo B, que agrupa personalidades llamativas, extrovertidas y emocionalmente inestables.

En este grupo de pacientes con trastornos de personalidad también se encuentran los narcisistas, es decir, aquellas personas que se consideran más que los demás y que tienden a exagerar sus logros, al igual que los histriónicos, caracterizados por su baja autoestima.

Grupo C

Engloba a personalidades ansiosas, temerosas y con evidentes conflictos interpersonales.

Uno de estos trastornos es el de la personalidad por evitación, en el que las personas experimentan constantes sentimientos de inferioridad y siempre están pendientes de las críticas y puntos de vista de los demás.

Los individuos con este trastorno evitan expresarse y realizar diferentes actividades por el temor de ser avergonzados o verse involucrados en situaciones embarazosas.

Otro trastorno de este grupo es el de la personalidad dependiente, en el que, como su nombre lo refleja, las personas dependen totalmente de otras para satisfacer necesidades físicas y emocionales.

5. Esquizofrenia

La esquizofrenia es una de las enfermedades psicológicas más estudiadas y analizadas por los expertos, tanto así que ha sido clasificada en diferentes tipos.

Y es que, en sí, la esquizofrenia es un grupo de trastornos mentales severos que alteran la personalidad y causan pérdida de contacto con la realidad.

A través de una prueba psicológica o el análisis de diferentes síntomas, los expertos pueden enmarcar a los pacientes dentro de una clase específica de esquizofrenia, como:

Esquizofrenia catatónica

Es aquella que causa alteraciones psicomotoras en los individuos, entre ellas inmovilidad, rigidez cérea, tensión muscular, pérdida del habla y adopción de posturas extrañas.

Quienes la padecen también experimentan alternaciones agudas en la conciencia, mutismo, estupor y divagaciones.

Esquizofrenia simple

Se define como simple porque quienes la padecen no muestran síntomas agudos y conductas que llamen la atención, sino que sus procesos mentales se ven disminuidos de forma progresiva y, a veces, imperceptible por el entorno.

Generalmente, la esquizofrenia simple va de la mano con la inhibición y la escasa comunicación verbal y no verbal. También limita la capacidad demostrar afecto.

Esquizofrenia paranoide

Entre las enfermedades psicológicas, ésta es una de las más fáciles de percibir, debido a que las personas manifiestan desestabilidad emocional y mental de forma constante.

Si bien una persona que no sea experta no sabrá exactamente de qué trata, sí notará que algo está fuera de lugar cuando se tope con una persona con esquizofrenia paranoide, ya que ésta constantemente piensa que alguien quiere hacerle daño y lo exterioriza de manera extravagante.

La esquizofrenia paranoide conlleva delirios, llantos, gritos y otras formas de exteriorizar las alucinaciones y sensaciones internas.

Esquizofrenia residual

Este tipo de esquizofrenia agrupa a aquellos pacientes que ya han tenido brotes de esta enfermedad y que nuevamente están manifestando síntomas de ella, pero de forma moderada y con baja intensidad.

Es por ello que puede considerarse una consecuencia de procesos esquizofrénicos anteriores, lo cual es muy comprensible.

Sin duda, el impacto que la esquizofrenia tiene en los pacientes y sus familias es difícil de borrar y superar, sobre todo, si no se cuenta con ayuda especializada.

¡Listo! Ya repasamos los principales problemas de salud mental que, por suerte, los expertos en la materia saben cómo tratar para mitigar sus impactos.

Qué interesante es aprender sobre estos trastornos y padecimientos, ¿cierto? Sentir más ganas de conocer estas enfermedades psicológicas es una de las señales de que tienes lo necesario para estudiar Psicología.

Además de profundizar de forma general en estos problemas, gracias al estudio de esta carrera comprenderás a fondo la psicología del mexicano, lo que te permitirá entender por qué en nuestro país existen ciertos patrones de comportamiento y pensamiento que han pasado de generación en generación.

¿Te gustó este material? Si quieres seguir aprendiendo acerca de la carrera de Psicología y los trastornos más comunes y estudiados en las últimas décadas, no dejes de leer el siguiente artículo: 5 personajes de cine que tienen trastornos que la Psicología puede explicar

También te invitamos a descargar el siguiente material sin costo, ¡estamos seguros que te será de interés!

[CEST] CTA EBOOK 3 motivos para estudiar Psicología

Escrito por Perla Monroy

¡Únete ahora!

Sé parte de nuestra comunidad y no te pierdas las últimas noticias y consejos para tu formación profesional

¡Solicita más información!
Por favor completa todos los campos